Una tradición milenaria con raíces en el corazón de los Andes bolivianos, el Tinku es una lucha ceremonial practicada en honor de la madre tierra: la pachamama.
En la pelea se enfrentan personas de fisiología similar; al igual que en el boxeo, no hay reglas que rijan a los Tinku. La falta de un marco explica el grado de violencia y los trágicos finales que estropean la lucha ceremonial cada año.
La sangre que fluye durante las peleas se utiliza como ofrenda a la pachamama, la cual, según las creencias, dará fertilidad a las mujeres, una buena cosecha o la paz en el pueblo. La muerte de uno de los combatientes es un signo de buen augurio para toda la comunidad, ya que es la última ofrenda, y la familia del difunto recibe los honores.
Estos rituales están acompañados de alcohol y música. Las mujeres solteras de la aldea encuentran a sus futuros maridos durante estos rituales.